¿Existe tratamiento más allá de la medicalización? Siempre leemos: «El tratamiento depende de los síntomas que presenta la mujer, de la voluntad de embarazo, de la edad, y de la extensión de la patología». Por el momento (2017) no existe ningún tratamiento capaz de lograr cuatro objetivos que permitan vivir una buena vida a las pacientes de endometriosis / adenomiosis:
- suprimir los síntomas (dolor),
- restaurar la fertilidad (capacidad de quedarse embarazada y llevar a término el embarazo),
- eliminar la endometriosis visible (los tumores, implantes y quistes)
- evitar la progresión y recidivas de la enfermedad (Lo único que pueden conseguir es frenar provisionalmente el avance de la enfermedad).
En cuanto a los tipos de tratamientos, podemos hablar de tratamientos hormonales (anovulatorios y diu mirena), de fármacos analgésicos (morfina, ibuprofeno) y de tratamientos quirúrgicos (excisión por laparoscopia) y otros tratamientos (alternativos, complementarios, no médicos o pertenecientes a otros enfoques como el dietético-nutricional).
El control hormonal con pastillas anticonceptivas se basa en combinar estrógenos y progesterona y eso suprime el sangrado además de disminuir la secreción de prostaglandinas, sustancias que causan inflamación y dolor. Los anticonceptivos hormonales producen amenorrea, es decir, eliminan la menstruación pero sus efectos secundarios son: náuseas, hipertensión, tromboflebitis (inflamación de venas), migrañas, depresión y falta de deseo sexual. Los tratamientos hormonales como decapeptyl, medicamento contra el cáncer de próstata que se receta a las enfermas de endo, tienen altos costes, el plazo aproximado de uso es de 6-12 meses, teniendo que abandonarlo después y los efectos secundarios pueden ser mucho peores (osteoporosis). En la sanidad pública no se receta la progesterona natural.
El hecho de que muchas mujeres reciban tratamiento hormonal supresor de la evolución puede interferir con la velocidad de progresión de la enfermedad pero nunca la curan o suprimen; a algunas mujeres les alivia los síntomas a temporadas a costa de otros «síntomas» (por ejemplo, sangrado ininterrumpido, imposibilidad de prever el sangrado que imita la menstruación, ansiedad, depresión, accidentes cardiovasculares…).
Con esta situación es muy importante que desde enfermería tomen el papel que les corresponde y logremos que se elabore un plan de cuidados enfermeros para la afectada. En la Guía de endometriosis de 2013 del Ministerio de Sanidad español se trabajan varios diagnósticos de enfermería identificados con las siglas NANDA, se identifican los objetivos más importantes (NOC) y por último se propone la intervención del papel como enfermeros/as (NIC). Cada comunidad autónoma tendrá su propia especificidad a la hora de poder desarrollar este plan; de hecho no conocemos ninguno en la práctica.

plan de cuidados enfermeros endometriosis
La intervención de enfermería en endometriosis debería apreciar varias fases en la relación con la paciente:
- la etapa inicial (diagnóstico, debut),
- el seguimiento (revisiones, fase dulce o asintomática)
- y las alteraciones y complicaciones (urgencias, ingresos hospitalarios, intoxicación, fase sintomática, fase agresiva, baja médica, dolor crónico, operación, infección renal, obstrucción intestinal…)
y en cada una de ellas se debería actuar de diferente forma según en el estado físico y emocional en el que se encuentre la paciente.
Lo que se pretende con este plan de cuidados enfermeros es promover la autonomía de la paciente con endometriosis e instruir en el autocuidado, aprender a valerse por una misma sin tener que depender de nadie y reunir a personas en la misma situación para aprender y compartir vivencias y consejos. Por supuesto, tenemos la fisioterapia de suelo pélvico, el yoga y otras terapias cuerpo-mente que pueden ayudar, aparte de la psicoterapia, fundamental.
No obstante, la endometriosis, ese «resident evil», siempre te acompañará.
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