¿Dieta anti-endometriosis? (3)

Continuamos con la tercera parte del artículo sobre la nutrición como estrategia para reducir o paliar los síntomas de la endometriosis [primer post] [segundo post], centrada en los alimentos que se deben evitar.

> ALIMENTOS PARA FAVORECER LA FORMACIÓN DE PROSTGLANDINAS «BUENAS»

Alimentos que contengan ácidos grasos omega-3
Éstos ácidos grasos sirven de «ladrillos» para la producción de prostaglandinas de serie 3, con acción anti-inflamatoria, y a la vez inhiben la producción de prostaglandinas de serie 2, responsables del dolor, la inflamación y los calambres. Para una explicación más detallada de este proceso y sus implicaciones dietéticas véase el metabolismo de los ácidos grasos.
Existen tres ácidos grasos omega-3 principales, que son el ácido graso eicosapentaenoico (EPA), el ácido graso alfa linolénico (ALA) y el ácido graso docosahexaenoico (DHA). Deberíamos intentar incluir los tres en nuestra dieta. Alimentos que los contienen son:
ALA: aceite de lino, aceite de colza, aceite de nuez. Estos aceites se vuelven rancios muy rápidamente (el de lino adquiere entonces un sabor amargo), perdiendo así sus beneficios para la salud y su sabor. Para evitarlo, conviene comprarlos en envases pequeños para gastarlos más rápidamente y conservarlos al abrigo de la luz en la nevera.
DHA y EPA: pescado marino graso, especialmente salmón, anchoas, arenques, sardinas, bacalao, caballa y atún blanco. Mejor que no proceda de acuicultura, ya que los peces obtienen los ácidos grasos omega-3 a partir de su dieta constituida por algas y pequeños crustáceos (o por peces que se alimentan de éstos), y los peces criados en piscifactorías se alimentan con piensos formulados mas pobres en grasas omega-3.

Alimentos a evitar
Al igual que alimentos con acción equilibrante sobre el sistema hormonal y con acción anti-inflamatoria, también existen una serie de alimentos que, por distintos mecanismos, son capaces de promover las reacciones inflamatorias en el organismo y que por tanto conviene en medida de lo posible evitar en la dieta anti-endometriosis. Estos son por una parte los alimentos que contienen ácidos grasos que pueden servir de «ladrillos» para la producción de las prostaglandinas «malas» de serie 2 (véase metabolismo de los ácidos grasos), pero también otros que son capaces de inducir inflamación por otros mecanismos.

Alimentos que contienen ácidos grasos precursores de las prostaglandinas «malas»
Son aquellos que contienen ácido araquidónico y ácido linoleico. Son esencialmente las grasas de origen animal, así como el aceite de girasol y de maíz. Su contenido es alto en:
Aceite de girasol y de maíz, alimentos preparados con ellos (incluyendo los fritos y la mayoría de los platos precocinados)
Atún rojo
Carne, especialmente las carnes rojas (porcino, vacuno, caza, caballo, cordero)
Leche entera, leche condensada
Manteca de cerdo
Mantequilla
Nata
Productos cárnicos, especialmente los ricos en grasa como embutidos
Queso (exceptuando el queso fresco tipo quark)
Vísceras, especialmente hígado
Yema de huevo
La carne y los lácteos también contienen estrógenos propios del animal del cual provienen. Estos estrógenos son similares a los nuestros propios. Como en el caso de la dieta anti-endometriosis interesa evitar los estrógenos, son una razón más para prescindir en medida de lo posible tanto de la carne como de los lácteos.

Alimentos que contienen grandes cantidades de azúcar y otros hidratos de carbono refinados
El azúcar promueve las reacciones inflamatorias, por tanto, es conveniente reducir su consumo en la dieta anti-endometriosis, sobre todo el de los azúcares refinados (azúcar blanco). La razón está en que el consumo de azúcar genera la secreción de insulina (la hormona encargada de introducir el azúcar en las células), y la insulina a la vez promueve la formación de prostaglandinas de tipo 2.
Ten en cuenta que no solo está el azúcar en sí que quizás añadas a algún plato que prepares y los dulces, sino que hay muchísimos productos que contienen grandes cantidades de azúcar sin que a primera vista lo parezca. Ejemplos serían los yogures con frutas o sabor, zumos de fruta, limonadas y bebidas de cola, batidos, ketchup, cereales de desayuno, frutas en almíbar… fíjate en los ingredientes. El azúcar no siempre se declara como tal, sino que puede aparecer en la lista de ingredientes bajo nombres que tan poco hacen pensar en azúcar como sacarosa, dextrosa, fructosa, jarabe de glucosa, de fructosa o de maltosa, jarabe de maíz o maltodextrosa.
Además del azúcar están los otros hidratos de carbono refinados, que también promueven la secreción de insulina y además su valor nutritivo es prácticamente nulo. Son los productos de panadería hechos con harina blanca: pan blanco, pan de molde, pasta blanca, galletas, bollería, repostería, rebozados, etc.

Alimentos que contienen cafeína
La cafeína aumenta los niveles de insulina en sangre (lo que a la vez promueve las reacciones inflamatorias) y además aumenta los niveles de estrógenos inhibiendo a la vez su metabolización en el hígado. Alimentos que contienen cafeína, aparte del café (aunque en menor cantidad), son el té negro y el té verde así como las bebidas de cola y las bebidas energéticas.

Alimentos que contienen trigo
No se sabe muy bien por qué, pero parece que muchas mujeres con endometriosis reaccionan de forma adversa a alimentos que contienen trigo, y eliminándolos de su dieta consiguen una notable mejoría de sus síntomas.
El trigo que se cultiva actualmente ya no tiene mucho que ver con los cereales silvestres a partir de los cuales se originó (que vienen a ser el farro y el trigo escaña, hoy en día practicamente olvidados debedo a su baja productividad), sino que se trata de una planta cuya genética ha sido intensamente modificada a lo largo de su proceso de crianza. Así, el trigo moderno es mucho más productivo y resistente a diferentes condiciones ambientales y plagas que los cereales tradicionales, pero en su proceso de “mejora” genética también han cambiado sus propiedades bioquímicas y nutritivas. El trigo ahora, aparte de presentar índice glucémico (capacidad de aumentar el azúcar en sangre, y por ende, la insulina) bastante alto, contiene diferentes sustancias a las que se les atribuye una accion pro-inflamatoria. Uno de los culpables podría ser el ácido fítico, aunque éste se encuentra también en otros alimentos que generalmente se toleran bien. Otra explicación podría ser el gluten, una proteína presente en grandes cantidades en el trigo. La intolerancia hereditaria al gluten se denomina celiaquía o enfermedad celiaca y causa una inflamación intestinal crónica, y según algunos estudios parece haber una relación entre enfermedad celiaca y endometriosis. Así, la incidencia de celiaquía es mayor entre las mujeres con endometriosis que entre la población en general, y viceversa (véase risk of endometriosis in 11 000 women with celiac disease, enlace externo, en inglés). Esto no implica que todas la mujeres con endometriosis tengan también celiaquía ni mucho menos, pero puede haber algún tipo de relación entre los mecanismos genéticos o inmunológicos que causan ambas enfermedades. Aparte, un estudio dio como resultado que una diata libre de gluten podía aliviar el dolor en algunas mujeres con endometriosis (véase Gluten-free diet: a new strategy for management of painful endometriosis related symtoms?, enlace externo, en inglés).
Sea cual sea la causa, la experiencia de muchas mujeres ha demostrado que conviene evitar o al menos reducir el trigo en la dieta anti-endometriosis. Esto a primera vista puede parecer difícil, ya que la harina más empleada en los panes y productos de repostería así como en la pasta y diversos otros productos sigue siendo la de trigo, pero existen algunos productos (sobre todo integrales) hechos con harina de centeno, de espelta o de maíz o incluso con harinas más exóticas como harina de yuca, de arroz, de amaranto, quínoa o alforfón. La harina de trigo también se utiliza como ingrediente en multitud de alimentos procesados, como pueden ser los rebozados y empanados. Siempre es cuestión de leer la etiqueta.
Evitar el gluten en general ya es más complicado, ya que no solo esta presente en el trigo, sino en la mayoría de los cereales y en una gran variedad de productos manufacturados que contienen ingredientes derivados de ellos, como son las féculas o almidones contenidas en salsas, postres, frutos secos, embutidos… Existe una gran variedad de productos para celiacos en el mercado, pero hay que tener en cuenta que con frecuencia sustituyen el gluten por otros ingredientes que tampoco nos interesan en el caso de la dieta anti-endometriosis, como pueden ser la proteina de soja o una mayor proporción de azúcares o grasas. Por regla general, una dieta estrictamente libre de gluten solo se recomienda para personas a las que efectivamente se les haya diagnosticado la enfermedad celiaca.

Alimentos que contienen histamina o que promueven la liberación de la misma
La histamina es una sustancia producida en nuestro organismo que ejerce funciones muy diversas. Tiene un importante papel en el sistema inmune, pero también está involucrada en las reacciones alérgicas. El útero posee receptores de histamina, es decir, responde ante concentraciones elevadas de histamina con contracciones, que sentimos como calambres. Además la histamina aumenta la síntesis de estrógenos y disminuye la de progestágenos, lo cual contribuye al imbalance hormonal propio de la endometriosis. Disminuir la cantidad de histamina producida y liberada en nuestro cuerpo no es fácil, pero hay ciertos alimentos que contienen histamina, y evitándolos algunas mujeres con endometriosis consiguen una notable mejoría de sus síntomas.

Alimentos que contienen cantidades elevadas de histamina son:
Bebidas alcohólicas, especialmente vino tinto, champán, sidra, ron, cerveza
Berenjenas
Jamón serrano
Marisco
Mostaza
Pepinillos, otras verduras encurtidas
Pescado ahumado, pescado seco, boquerones en vinagre, atún. El pescado fresco no contiene histamina, pero en cuanto pierde el frescor o se somete a cualquier procedimiento para conservarlo (como ahumado, secado, salazón…) alcanza rápidamente altas concentraciones de histamina.
Queso curado (cuanto más curado, más histamina contiene), queso tipo roquefort
Salami, embutidos en general
Té negro
Tomates
Vinagre balsámico, vinagre de vino

Alcohol
Las bebidas alcohólicas pueden ejercer varios efectos negativos: el alcohol aumenta las concentraciones de estrógenos en el organismo, promueve la liberación de histamina en nuestro cuerpo y además inhibe su excreción (y la histamina, a su vez da lugar a contracciones uterinas), y afecta negativamente al sistema inmune. También consume vitaminas del grupo B, que son esenciales para la metabolización de los estrógenos. Este proceso ocurre sobre todo en el hígado, un órgano sobre el que el consumo regular de alcohol también tiene un efecto negativo. Además hay estudios que relacionan el consumo de alcohol con una fertilidad baja. Por tanto, hay muchas razones por las que las mujeres con endometriosis deberían intentar prescindir completamente del alcohol o al menos limitar estríctamente su consumo.